En el viento y la sal
he visto los soles
ahogarse entre las dunas
y he sentido mil lagrimas de aceite
derramarse...
Cristales rotos en el viento,
viento de arena
amarillo y largo.
He sentido la sal
quemándome en las manos,
durmiéndose en las uñas,
abriéndose camino
mordiendo y agrietando.
En el viento y la sal
he perdido los labios,
En el agua maldita
que conforta y quema
y acuna en mi conciencia
amargos infinitos,
de muertes que he vivido
al borde de los sueños