Viento árido, cruzaste las columnas
volando a los artrópodos rastreros a tu paso
ahora están boca arriba, debatiéndose
por levantarse y posar sus múltiples patas
de insecto sobre la tierra.
Viento cruel de la luna menguante,
del solsticio, que vienes y nos soplas
aunque no te pertenezcamos.
Walpurgis que se adelanta a su fecha,
nos sangrarás hasta llenar el tazón